“Hay vecinas que tienen hasta tres trabajos para poder sobrevivir”

En junio se presentó en el Congreso Nacional el proyecto de ley para crear un Programa Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de Comedores y Merenderos Comunitarios para reconocer a quienes cocinan y sostienen esos espacios en los que se alimentan cerca de 10 millones de personas. El objetivo es garantizar su salario además de derechos laborales básicos como vacaciones, obra social o cobertura médica.

En A Flote dialogamos con Yamila, del barrio Fátima de Villa Soldati, quien es integrante de la organización La Poderosa, principal impulsora del proyecto para reconocer a las cocineras comunitarias. “Es un laburo que demanda muchas horas, más de ocho diarias, en el que no cuentan con ningún derecho garantizado laboralmente. Se pueden quemar o tener algún accidente en el oficio de la cocina y no tienen asistencia médica ni una chance de tener un ingreso económico”, indicó.

“Estamos tratando de generar un piso de derechos para las trabajadoras y trabajadores de los comedores y merenderos comunitarios en general, no solo de La Poderosa sino de todos esos espacios comunitarios tan necesarios en los barrios populares. De alguna manera el reconocimiento por parte del Estado está, porque entrega la mercadería y los recursos, pero lo que no se tiene en cuenta es quiénes están detrás de que esa comida se cocine, se entregue a miles de familias. Ese reconocimiento es el que intentamos visibilizar”, explicó Yamila. En Argentina hay 35 mil comedores populares en los que trabajan casi 135 mil personas.

Como barrio estamos sobreviviendo, eso es lo que queremos transformar. Hay vecinas con tres trabajos para poder sobrevivir, para garantizar lo básico en su casa: cómo se puede disfrutar la vida teniendo que pensar todos los días en cómo llegar a fin de mes”, relató la referenta barrial. “También la situación habitacional es bastante negativa. Ante eso nuestra respuesta es invitar a la organización, a colectivizar, porque siento que la salida es por ese lado, individualmente está siendo muy difícil. La economía popular es la alternativa más cercana que tenemos para luchar por derechos laborales“, agregó.

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