A raíz del incendio de una casilla de gendarmería junto a una propiedad privada cercana al lago Mascardi, al sur de Bariloche, desde La Korneta conversamos con la periodista Susana Lara, quien investiga conflictos territoriales y conoce la historia de la lof Lafken Winkul Mapu, identificada por el discurso dominante como la responsable del hecho. “Existe una presunción de culpabilidad y una condena que se realiza tanto desde las esferas del gobierno como desde los medios concentrados y desde referentes de la derecha que son los que ganan los titulares”, afirmó Lara. “En este caso y en tantísimos anteriores, jamás la justicia nacional ni provincial prueba absolutamente nada”.
La especialista explicó además que el proceso propio de la Lafken hay que entenderlo como un proceso mayor en la zona andina. “Por lo menos desde el 2010 hemos podido observar una escalada por parte de distintos sectores del poder económico concentrado, de lo que podemos identificar como la derecha de los partidos políticos y hasta de sectores eclesiásticos que pretenden imponer un modelo de militarización de la zona andina que va más allá de una comunidad mapuche particular, sino que implica un control y vigilancia sobre la totalidad de la sociedad civil”, indicó.
Según Lara la aparición de episodios aislados como el que ahora ocupa a los grandes medios hay que interpretarla en ese marco de aumento de la militarización y control policial de la zona. “Es muy llamativo que supuestamente un grupo de gente encapuchada atacara a 5 gendarmes en una de las zonas más vigiladas de Argentina. En los últimos dos años se ha invertido mucho dinero por parte del gobierno nacional para la compra de drones, cámaras de seguridad, sistemas de lectores para las patentes de los vehículos”. Lara agregó que hay dos tramos muy importantes de la ruta 40, entre Bariloche y El Bolsón, que están permanentemente monitoreados. “Cuesta creer que un grupo de desconocidos haya podido ingresar sin ser detectados por las cámaras de seguridad. No hay una sola prueba documental que permita ver el ingreso o salida de este supuesto grupo”, resaltó.
“Estas formas y prácticas están totalmente reñidas con las formas institucionales propias de la democracia. Acá hay espionaje, hay control a la población civil, hay persecución, no está garantizada la presunción de inocencia”
En los medios nacionales y regionales la noticia del incidente cerca del Mascardi protagonizó titulares alarmistas y notas plagadas con la visión del gobierno y los partidos de derecha. “La confrontación es absolutamente desigual. Es mucho más amplio que el conflicto de una comunidad en concreto y del pueblo mapuche tehuelche en particular: estas formas y prácticas están totalmente reñidas con las formas institucionales propias de la democracia. Acá hay espionaje, hay control a la población civil, hay persecución, no está garantizada la presunción de inocencia”, expresó Lara. “El vicegobernador Palmieri asegura que son terroristas y delincuentes. Se violan los principios elementales de la democracia y parece no importarle a mucha gente: el nivel de aislamiento y de cercamiento físico y mediático que hay contra la Winkul es terrible”.
Sobre los intereses que subyacen a la campaña mediática para demonizar a la comunidad mapuche tehuelche, Lara sostuvo que hay distintos sectores implicados que persiguen objetivos comunes y algunos particulares. Está “el discurso racista y racialista, reaparecen algunos voceros de la última dictadura militar por ejemplo, gente vinculada a sectores nacionalistas que reivindican la guerra por Malvinas (…), tenés los grupos cuyo interés es bastante material y concreto y que tienen que ver con la profundización del dominio territorial, y después otros bastante más prosaicos como son los intereses electorales”. Esos dos últimos confluyen según Lara en personajes como Eugenio Burzaco y Patricia Bullrich, quienes están catalizando una expresión de derecha junto a grupos concentrados económicos que “disputan el control territorial en la zona andina, como Joe Lewis, los capitales de los Emiratos Árabes que avanzan en el control de nacientes de agua dulce, el belga Grupo Burco que acaparó muchas tierras con la participación directa de la Dirección de Tierras y el Ministerio de Producción”. Todas esas operaciones fueron indultadas desde el poder judicial de la provincia, y de acuerdo con la periodista esa alianza corporativa es la que respalda, financia y sostiene este tipo de campañas. “Pretenden vía libre para ejecutar desalojos territoriales sin orden judicial”, concluyó Lara.
“Es una lucha histórica que hay que entenderla en el contexto de un pueblo que sobrevivió a la guerra de conquista de hace 150 años y también a la historia larga de la opresión en América de un poco más de 500 años”
El hostigamiento a las comunidades originarias y la apropiación de tierras en esta región del continente se puede rastrear hasta el siglo XIX. “Lo que cambió es la circulación de la información y las tecnologías de persecución. Así como hace 150 años atrás los pueblos originarios fueron avasallados por el Remington, ahora con los drones el nivel de persecución es de otro tipo”, indicó Lara sobre el perfeccionamiento tecnológico policial. “Es una lucha histórica que hay que entenderla en el contexto de un pueblo que sobrevivió a la guerra de conquista de hace 150 años y también a la historia larga de la opresión en América de un poco más de 500 años”. La periodista también hizo hincapié en la reafirmación de derechos que acompaña a los actos de resistencia de las comunidades. “En la Lafken, como en tantísimas otras comunidades, hay niñitos que nacen y crecen en el espacio de la autoidentificación como pueblo originario, nacen en la libertad de las familias que se reconocen como parte de este movimiento que pelea por su libertad y la vida. Por el derecho a vivir libres”.
Escuchá la entrevista completa acá.
[Publicado el 3/10/2022]