“Tiempo al sol”, que refugia y espera estrellas fugaces. Tiempo por una vidita constante que nos detiene en los mediodías, para empezar temprano amaneciendo de a poco y tal vez ser, alguna vez, un recuerdo firme.
Y el sol, donde se apoyan los dedos de este disco, hace crecer esta primavera y así con él poder sentir la belleza en el aire cuando una canción nos llena el cuerpo. ¿Es ahí donde el tiempo se detiene? ¿O donde nos sentimos vivxs para siempre?
Noelia Recalde dice que esto no esta escrito en ningún lugar, pero su primer disco se llama Palabra: “Mi primer disco es como mi living pero con la ventana abierta, Mi Propia Casa, además de ser mi morada es también mi cabeza. Y Tiempo al Sol es salir. Salir afuera, salir de la pandemia, salir de mi mente al sol”
“Mi tiempo al sol preferido es en el borde del río, comiendo mandarina, en la puerta de la casa de mis viejos. Esos micro-momentos son los que me sostienen espiritualmente. Trato de volver a ellos para salir del tiempo virtual que nos está afectando muchísimo a todxs. Hay que conectarse con las cosas simples que están al alcance; que puede ser íntimamente sostenerse en el sol, salir un rato de la oscuridad y nada más”, cuenta.
Aparte de VALBÉ, no solo va llevando sus canciones de discos solista, sino que además va viajando por otras redes: “La música hace su recorrido interno y se va manifestando como puede. En el caso de Triángula, por ejemplo, es un gusto habernos encontrado ahí, en esa magia, que ya tiene disco nuevo y sale dentro de muy poquito. Quisimos llevar la canción a lo performático, con luces, con climas. Es un proyecto que nos enseñó muchísimo y nos abrió un mundo que nos hizo conocer otras tantas esferas”
“La magia y el oficio conviven. No toda inspiración dura 24 horas. Hay muchas tareas para hacer, sobre todo cuando una trabaja autogestivamente. La magia tal vez sea un estado y a eso hay que prestarle atención para que el resto funcione. Yo trato de hacer ese laburo con consciencia. No tomo alcohol, no como carne, hago ejercicio y estoy ahí con mi cuerpo, con su parte emocional y espiritual. Eso me ayuda a saber qué quiero compartir y cómo quiero ser”, recalca Recalde, la Noe.
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