En el espacio literario de Mariana Domínguez, Un libro de cada lugar, hablamos sobre La flor púrpura de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie.
La flor púrpura, es una historia sobre los niños de una familia católica de clase acomodada urbana que viajan a visitar a una tía y descubren un mundo totalmente nuevo y diferente.”La flor tiene una carga metáforica muy fuerte. ¿Qué pasa cuándo los niños vuelven a casa? Que nada vuelve a ser como antes. Y los chicos se llevan de lo de la tía un gajito de esta flor púrpura y la plantan en la puerta de su casa, es como un símbolo de la libertad, ¿no? Se llevan un poquito de ese color que vivieron en esos días”.
La historia está atravesada por cuestiones de poder en la familia, el rol del padre que niega sus orígenes y es un violento, el sincretismo religioso entre el catolicismo y el paganismo y la presencia del hombre blanco con la consecuente imposición cultural occidental, inglesa y católica. En la novela no hay un planteo maniqueo ni binario, sino que “indaga en lo complejo de las relaciones y de las identidades”, dijo Mariana.
La novela trata del despertar hacia una libertad que no es la que nosotres pensaríamos desde nuestra perspectiva occidental
En sus novelas Chimamanda no romantiza ni demoniza la cultura nigeriana sino que busca abordar la complejidad de la vida en un pueblo, de la ciudad y la ruralidad, la influencia occidental, la influencia de la ancestralidad, los conflictos históricos y políticos, el colonialismo e imperialismo europeo.
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