En Alkütun Lafken dialogamos con la profesora e investigadora Andrea Pichilef de la comunidad Ñanko Newen de Los Menucos. Parte de su trabajo actual se centra en analizar la interculturalidad y el mapudungun dentro del ámbito educativo, en el territorio comprendido entre Jacobacci y Sierra Colorada, donde se ubican las escuelas interculturales bilingües de la Línea Sur.
En el programa (que va los todos los lunes a las 19) dialogamos sobre los encuentros llamados koneltun que se vienen realizando en el territorio, instancias de inmersión lingüística para compartir saberes sobre el mapudungun que no requieren conocimiento previos por lo que pueden asistir personas que son estudiantes o hablantes avanzados y personas que recién están empezando, de distintas edades y distintos contextos. El último de estos encuentros se realizó en Aguada de Guerra con Pablo Cañumil de Mapuzuguletuaiñ, un instituto de lengua mapuche con sede en Gulumapu (el territorio del actual Chile).
“En los encuentros se usa un enfoque comunitario y comunicativo para propiciar el aprendizaje de esta lengua que ha estado dormida durante mucho tiempo y que ahora vuelve a este estadio de revitalización“
Andrea se refirió también a la riqueza de lenguas y culturas de la zona de la Línea Sur, en la que hay muchos lugares que han quedado con los topónimos gününa (otro pueblo originario de la zona, muchas veces referenciado como puelches), y en algunos casos tienen el nombre tanto en gününa como en mapudungun. “El gününa se ha ido perdiendo pero hay comunidades que se están reconociendo gününa en la provincia de Buenos Aires, en Neuquén, y que están haciendo trabajos de revitalización, acompañados también por colegas lingüistas, y tienen unos manuales y unas publicaciones muy lindas”.
En cuanto a las lenguas orginarias de estos territorios y la escritura, Andrea explicó que el mapudungun es una lengua que se comenzó a escribir desde 1600 en adelante pero siempre era escrita por militares o por religiosos, como el caso de un diccionario que se usa en la actualidad realizado por un fray capuchino. Desde los años 80 empezaron a emerger varios grafemarios (diccionarios específicos para el mapudungun) en los espacios de enseñanza formal. “Hoy en día los más conocidos son el grafemario Unificado, Raguileo y Azümchefe. Cada uno de ellos es una discusión distinta y es un mundo distinto, y son decisiones políticas que se van tomando frente a la lengua también”, dijo Andrea.
“Trabajando con otros colegas lingüistas hemos descubierto algunos sistemas de escritura propios, familiares, que quizás no han trascendido pero que también se utilizan, o las familias los han utilizado para escribir en mapudungun. Particularmente en Maquinchao hemos descubierto que el padre de uno de los pobladores de la zona desarrolló un sistema de escritura propio y se lo heredó a su familia”, especificó Andrea, quien es profesora de inglés (UNLPam) y becaria doctoral del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio (IIDYPCA/UNRN-CONICET). .
“Estos sistemas de escritura propios no trascendieron porque se buscaba domesticar a los pulagmien secuestrados para la servidumbre. Hay varias colegas que en este momento están reconstruyendo toda esa parte de la agencia escritural propiamente mapuche”
“Todo esto hay que pasarlo por el filtro de lo que ha ocurrido con el colonialismo y con los traslados forzosos“, sostuvo Andrea. “Quizás hay gente que hablaba de una forma en la zona de la cordillera y terminó viviendo en el norte, en la explotación de la caña de azúcar, porque fue trasladada de manera forzosa. Entonces se llevó esa variedad lingüística y quizás quedaron hablantes de la lengua en otro lugar y no en la provincia de Río Negro, por ejemplo”, añadió.
“También muchos de nuestros apellidos han sido cambiados, o se dice de una forma y se escribe de otra, porque la persona lo dejó asentado como lo escuchó”, dijo Andrea. La sexta vocal del mapuzungún, que en español no existe, se indica con distintos símbolos de distintas maneras, según el grafemario que cada uno use. “Entonces, hay muchos de nuestros apellidos que han sido cortados o cambiados por eso, ni hablar de la gente a la que directamente le pusieron el apellido del patrón o de la familia que lo crió“.
“Con respecto a la lengua, hay fibras muy sensibles que tienen que ver con nuestras historias familiares, con nuestras historias de despojo”
Finalmente, Andrea repasó la importancia de realizar los koneltun y seguir trabajando en conjunto con la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche, las escuelas bilingües e interculturales de la zona y el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (CODECI) para potencias las instancias de compartir saberes y seguir expandiéndolos en las comunidades.
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