En el marco de la visita de la escritora y música Dafne Usorach a San Antonio Oeste, en el espacio de educación de Mar dudoso dialogamos sobre la afectividad en los ámbitos de aprendizaje. Natalia, guía de Vuela el Pez, estuvo en la coordinación de la presentación del libro ComuniCanciones, actividad que abordó el arte en la pedagogía y que estuvo pensada para docentes y educadorxs.
Natalia contó lo que dejó la actividad y la historia detrás del libro de Dafne, que comenzó como una iniciativa de cantar en las escuelas mientras viajaban con su compañera por el país y luego terminó siendo una recopilación de propuestas pedagógicas trabajadas en conjunto con educadorxs.
“Ellas tienen una idea de entrar la música al aula y de pensar que una canción puede ayudar a que se hablen y se digan cosas que no se dicen“, contó Natalia, en referencia a la canción Rara. “Es entrar al aula para poder darle voz a todas esas cosas que no se dicen, a través de otra mirada de entender la educación sexual integral”.
“Cada vez que decimos ESI la asociamos a la vieja educación sexual que tenía que ver con el binarismo hombre-mujer y su reproducción. Cómo te cuidás, cómo no te quedás embarazada, cómo no te contagiás una enfermedad de transmisión sexual”, dijo Natalia. “Pero la ESI es una ley integral en serio, es una ley que aborda todos los aspectos de un ser humano, y eso es algo que se ha ido perdiendo a lo largo del tiempo”.
Según Natalia la Educación Sexual Integral no solo tiene como ejes la perspectiva de género en el aprendizaje y el cuidado del cuerpo y la salud, sino que también tiene como ejes fundamentales el ejercicio del derecho y la afectividad.
“Cada uno de nosotres tenemos derecho a determinadas situaciones por el solo hecho de existir, y tenemos derecho también a exigir que esos derechos se nos cumplan. Entonces, ahí entramos en esto del derecho a la palabra, el derecho a jugar, el derecho a comer”, dijo Natalia. “Si un pibe está en la calle laburando a los cinco o seis o siete años, es parte de la ESI también“.
Otro de los ejes que se ponen en valor en el libro y que es parte fundante de Vuela el Pez es valorar la afectividad. “¿Cómo una persona a lo largo de su vida puede recibir tanta cantidad de epítetos descalificativos por el simple hecho de querer ser una persona?”, se preguntó Natalia en relación a la letra de la canción Rara. “Todes somos diverses. Entonces, en ese punto, valorar la afectividad es el eje de la ESI que para mí es más importante, que dentro de Vuela es más importante”.
“Creemos que la parte fundamental de la ESI, de la que no se habla, es la parte que debería estar en todas las escuelas y es la que tiene que ver con el amor, aunque suene hippie y muy de arcoiris”
“Tiene que ver con generar las condiciones para que todos y todas puedan expresar sus puntos de vista, respetar las diferencias, respetar las emociones, entender que la emoción no es enojo y alegría, que entre enojo y alegría hay una variación de emociones gigantes”, reflexionó Natalia. “Y todo esto lo trajo a colación haber escuchado una canción que dice que nadie en este mundo debería tener que sufrir porque le digan algo feo”.
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