En el espacio de historia de Mar dudoso Raquel Perier hizo un repaso histórico por las influencias del anarquismo en la historia y en los orígenes del sindicalismo argentino, muchas veces dejadas de lado por la historiografía. Arrancamos en la antigua Grecia y la China dinástica para llegar a los grandes teóricos Bakunin y Kropotkin del siglo XIX, las olas inmigratorias en Argentina y la difusión del anarquismo en los sindicatos que dio por resultado la creación de la Federación Obrera Regional Argentina en 1901.
“¿Cómo ve la mayoría de la gente al anarquismo? Lo ve como algo perturbador. ¿Por qué? Porque siempre se manifestaban mediante acciones como marchas, tomas o atentados. Pero el anarquismo no postulaba la ley de la selva ni el caos. Es un movimiento que tiene un largo recorrido por todo el mundo y cuyas corrientes planteaban el mutualismo y la cooperación, no la destrucción ni la pelea. Buscaban construir esa evolución hacia una cooperación que terminara en una sociedad sin Estado”, dijo Raquel.
Los anarquistas fundaban bibliotecas populares, editaban libros, editaban diarios. Daban a conocer el material en forma gratuita y por ese trabajo comunitario tenían tanta presencia entre las organizaciones de trabajadores.
El anarquismo fue pionero en la lucha por los derechos de las mujeres
“Hubo muchas corrientes: el anarco comunismo, por ejemplo, es anticapitalista porque considera que el capital, la iglesia y el Estado son los que siempre han oprimido al individuo”
“La deriva anarquista en nuestro país fue más que nada anarco sindicalista, ¿por qué? porque los activistas del mundo, sobre todo los de Europa, vinieron en las primeras grandes masas de migrantes y entraron al país y fueron aceptados por todos, pero fundamentalmente por el proletariado argentino”.
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