“En estos 26 años que llevo abajo del agua, vengo registrando todo lo que pasa en las profundidades. La misma curiosidad que tenía de niño, la tengo hoy. En el mar pasan sensaciones nuevas todos los días. Me atrapa cada vez que bajo y lo extraño cuando no voy. Antes de sumergirnos hablamos con el mar, le pedimos consejos. No me veo en un lugar que no sea el mar”, contó Tata Aguayo, buzo científico, en el programa A Flote (lunes a viernes de 10 a 12).
Las fotos de Aguayo forman parte de una exposición que se mostró en el Instituto de Formación Docente de San Antonio en el marco de las jornadas Mar en diálogo que se realizaron esta semana. “Nuestro trabajo es extremo. A veces estamos seis o siete horas bajo el agua. En este oficio aprendí un montón. A no invadir, por ejemplo. A este Golfo y al mar en general lo tenemos que cuidar. Somos los responsables. Tenemos que ponerle el cuerpo. El pueblo tiene que tomar conciencia de que tenemos algo increíble“.
“Al oleoducto le digo que no. Es difícil ponerse de acuerdo con una parte del sector porque la cosa está muy complicada. Hay muchas opiniones encontradas. De alguna manera estoy tratando de mostrar lo que hay en las profundidades para ponernos en diálogo con lo que también existe entre nosotros”, añadió.
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