En su columna de géneros Silvina Aranda Cuevas abordó el caso Pelicot, la cultura de la violación y el pacto de silencio entre los varones. El juicio está teniendo un gran impacto a nivel mundial ya que juzga en Francia a Dominique Pelicot junto a otros 55 varones acusados de participar de violaciones sistemáticas contra Gisele, esposa de Dominique y madre de sus tres hijes. La mujer de 72 años fue drogada por su marido y violada durante casi una década por decenas de desconocidos mientras permanecía inconsciente en su propio hogar.
Silvina, investigadora, docente y sexóloga especialista en ESI, se propuso invitar a los oyentes de La Korneta a reflexionar sobre algunas preguntas. ¿Por qué ninguno de los varones denunció los hechos al ser convocados por Pelicot? ¿Cómo pueden decir que creían que se trataba de una práctica consensuada cuando estaban frente a una persona inconsciente? “Aunque este caso es un extremo, pone en evidencia que la cultura de la violación, el pacto de silencio y la complicidad entre varones sigue vigente“, sostuvo Silvina.
“No son hechos aislados y quienes los llevan a cabo no son monstruos, son hijos sanos del patriarcado. Cada diez propuestas que hacía Dominique Pelicot, solo tres eran rechazadas”.
Silvina reflexionó no solo sobre el horror de que siete de cada diez estuvieran dispuestos a violar, sino también sobre el silencio cómplice de esos tres que rechazaban la propuesta y nunca fueron capaces de denunciar la situación. “¿Cómo pueden ser capaces de practicar la pasividad en casos como éste? ¿Cómo pueden ser capaces de desentenderse frente a casos de violencias tan extremos? ¿Son todos los hombres potenciales violadores?“.
“Frente a toda esta violencia machista se termina de viralizar un hashtag, “not all men” (no todos los hombres), y se leen en estos días muchísimos varones indignados por las generalizaciones, porque tienen miedo a ser puestos en la posición de potenciales violadores. ¿Pero de verdad creen que no comparten nada con los victimarios de este caso?”, se preguntó Silvina.
“Cuando hablamos de la potencialidad de la violación, hablamos de que es una posibilidad que existe incluso aunque sea rechazada. Se trata de una posición social que dota a los hombres de una posibilidad de acción. La potencialidad se basa en las condiciones de posibilidad y en las culturas patriarcales de silencio masculino, la posibilidad está ahí todo el tiempo. La gran mayoría de los hombres se han visto en circunstancias donde han podido abusar, donde han podido llegar a violar, agredir o a maltratar“, explicó Silvina.
“Debemos reconocer que el género es una construcción social, reconocer que somos hombres y mujeres que habitamos la sociedad desde un lugar en el que nos dijeron cómo debíamos ser hombres y mujeres y que muchas veces la construcción de la masculinidad está atravesada por un montón de violencia, de agresiones y de lugares que le han garantizado al sistema capitalista muchas cosas, desde lo bélico, las construcciones territoriales, el orden público”, indicó Silvina. Por eso invitamos a “reflexionar sobre los lugares que habitamos, reflexionar sobre cómo habitamos esos espacios desde lo personal y con otros, porque desde esos lugares tenemos que poder pensarnos si queremos construir una nueva sociedad“.
Escuchá la columna completa: