En Alkütun Lafken dialogamos con la lamien Hermelinda Tripailaf, de la comunidad mapuche tehuelche de la comarca Viedma-Patagones, con quien hablamos sobre recuperar la historia que no fue contada.
“Vamos develando algunos aspectos históricos que en Patagones algunos desconocen y otros ocultan” relató Hermelinda. “Como por ejemplo el lugar donde fueron encarcelados y maltratados nuestros antepasados antes de llevarlos a la isla Martín García. Tratados como ganado, detenidos en los centros de detención de Chichinales y Valcheta, los traían acá y desde acá los cargaban en los barcos, iban a la isla o a la zafra en Tucumán. A los niños los repartían como servidumbre. Sufrieron atrocidades y eso está todo documentado“, explicó.
“Nos hemos propuesto ir señalizando los espacios para que no se siga ocultando parte de nuestra historia”, dijo Hermelinda. “Fuimos señalizando espacios como la torre histórica de Patagones, donde pusimos cartelería que indicaba que fue un lugar de prisión y tortura de nuestra gente, por parte del gobierno de turno y de la Iglesia Católica (el lugar donde se los dejaba encarcelado eran las paredes del templo parroquial que todavía no estaba terminado). Pusimos fotos de gente que había pasado en este lugar y luego había sido llevada al museo de La Plata“, añadió.
Hermelinda contó además que el pasado abril, por el aniversario de la ciudad, limpiaron el espacio de tal manera que sacaron las fotos de los miembros de la comunidad mapuche y el resto de los carteles y los tiraron en un contenedor, del cual pudieron restituirse porque alguien encontró el material allí. “Es un trabajo muy costoso, es muy arduo y nos ocasiona muchas veces malestar físico pero tenemos que seguir haciéndolo porque somos los responsables de que esto siga adelante”.
“Los saberes se buscaban en el territorio pero era siempre un académico blanco quien legitimaba esos saberes, no nuestras voces. Por eso consideramos que hoy somos nosotros quienes vamos a escribir desde nuestra profesión”, reflexionó durante la entrevista Laura Manquel, historiadora y parte del programa, quien integra el Tejido de Profesionales Indígenas.
“A nosotros nos ha movilizado mucho lo que fue el hallazgo de los restos en el Cerro de la Caballada“. Hermelinda habló de la respuesta oficial: se solicitó y se gestionó una mesa de trabajo entre los actores sociales involucrados y las comunidades originarias pero que tuvo muchas idas y venidas. “Hay muchas falencias de comunicación entre las partes, cuesta mucho que los funcionarios lean y se informen. El objetivo es este: queremos que el Cerro de la Caballada esté contemplado como un eltuwe (enterratorio), que se respete como tal. Y que se continúe el estudio con el Conicet para poder definir bien la zona, poner cartelería informativa, cuidar el espacio y armar un chenque”, dijo Hermelinda.
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Fotos: Minka Comunicación y VDM Noticias